Dentro de los efectos adversos no deseados de las intervenciones quirúrgicas estéticas abdominales, se encuentra la aparición de fibrosis.
Básicamente, la fibrosis es un padecimiento caracterizado por la formación excesiva de tejido conectivo fibroso desencadenado durante el proceso de cicatrización, secundario a cualquier proceso de reparación, ya sea de una herida que al cicatrizar se fibrosa o posterior a un procedimiento quirúrgico.
La fibrosis comúnmente se presenta durante el postoperatorio o meses después del transcurso de recuperación quirúrgico a través del desarrollo de protuberancias o bultos en la zona intervenida. Esta situación conlleva a un efecto antiestético que deteriora el autoestima de los pacientes que toman la decisión de someterse a una cirugía estética, frecuentemente liposucción o lipoláser, buscando lucir un abdomen perfecto, y por efecto de la aparición de la fibrosis tienden a evitar el uso de ciertas prendas por vergüenza de su propia apariencia.
En este tratamiento se incluye masaje de tejido conectivo, drenaje, ultrasonidos, ondas de choque, k-tape, acupuntura y /o radiofrecuencia si es un post quirúrgico tardío.